Boyan Slat es un joven ingeniero holandés de tan sólo 20 años que ha ideado la manera de limpiar los océanos de plástico de una manera ágil, efectiva y sin dañar las especies marinas.
Boyan Slat es un joven ingeniero holandés de tan sólo 20 años que ha ideado la manera de limpiar los océanos de plástico de una manera ágil, efectiva y sin dañar las especies marinas. Slat, concienciado con la naturaleza, inició en 2010 un proyecto escolar que no ha dudado en formalizar.
La base de su teoría es bien sencilla: “en vez de ir a buscar la basura al mar, que sea el mar quien traiga la basura a través de las corrientes marinas”.
¿Cómo funciona su invento?
Slat propuso distribuir una serie de barreras gigantes flotantes, ancladas al fondo del mar, para encerrar a la basura que navega en la superficie del agua. El plástico se movería a lo largo de estas barreras hacia una plataforma, alimentada al 95% con energía solar, desde donde se podría extraer fácilmente. Estas barreras en forma de “v” no impedirían que las corrientes oceánicas circulasen libremente por debajo llevando con ellas las especies marinas.
Este gran emprendedor holandés se inspiró en Grecia, durante un viaje familiar a los 16 años, cuando buceando vio más basura que peces. Presentó la idea en su escuela y además ganó varios premios de jóvenes talentos.
Posteriormente, Slat decidió poner toda la carne en el asador y dejó sus estudios universitarios de ingeniería aeronáutica. Presentó su iniciativa en la conferencia TED el 2 de junio de 2012. El mismo tipo de acto en el que han participado Bill Gates, Obama, o Bill Clinton y al que se accede tras un proceso de selección.
Slat creó una fundación, “The Ocean Cleanup” y después de mucho esfuerzo, logró obtener 80.000 dólares en dos semanas para llevar a cabo su proyecto.
El sistema, asegura Slat, podría eliminar en 10 años la mitad de esa basura sin perjudicar a la fauna marina. Costaría además 33 veces menos que los métodos convencionales, los cuales tardarían siglos en hacer el mismo trabajo.
Según los últimos estudios, actualmente existen cinco sopas de plástico en el mundo, atrapadas en las cinco corrientes oceánicas: el Pacífico Norte y Sur, el Atlántico Norte y Sur, y el Índico. Se estima que la del Pacífico Norte mide 1.400.000 km2, y expertos de las universidades de Delft (ciudad natal de Slat) y Hawaii han calculado que en 2020 habrá 7,25 millones de toneladas de dicho material (hoy 6,4 toneladas) flotando en los océanos, el equivalente a 1.000 torres Eiffel.
Reconocidos biólogos han determinado que más de cien mil mamíferos marinos y un millón de aves sufren una muerte lenta cada año debido a enredos con redes o con escombros flotantes acumulados, o por la ingestión de pequeñas piezas de plástico que confunden con alimento.
Sin lugar a dudas, el gran invento de Slat puede ayudarnos a ofrecer un mundo mejor a generaciones futuras.